viernes, 24 de diciembre de 2010
El Estado
Como no podía ser de otra manera, un sistema que ampara a otros sistemas podridos ya por este hecho pasa a ser él mismo podrido, pero no le faltan tampoco defectos propios:
1) Fronteras ficticias: el Estado se configura según unas fronteras ficticias que acaban por diferenciar de forma real a los pueblos de la Tierra, y que en apariencia se corresponden con el trozo del planeta que posee una determinada nación, como si la Tierra fuera poseíble y como si el hecho de que un conjunto de personas que comparten unas costumbres les proporcionara potestad para agenciarse un pedazo de mundo.
2) Relaciones internacionales: los "representantes" (véase la seción sobre las elecciones) políticos deciden qué relaciones establecer con los demás Estados: ellos deciden según las presiones de las multinacionales si entablar alianzas o bien guerras que beneficien a las empresas armamentísticas, así como los planes económicos globales; a la población y a lo que piense, que les den bien por culo. Son los problemas de no representarse a sí mismo, sino de entregarle autoridad a un desconocido.
3) Control social: en nombre de la "seguridad", los Estados disponen de complejos sistemas de control popular. Aparte de las cámaras de videovigilancia y la policía, existen programas que detectan en las llamadas y mensajes telefónicos, así como en Internet, palabras clave como "bomba" y demás que parezcan fruto de un plan "terrorista". Todo en nombre de la seguridad, pero ¿realmente evita algo el hecho que haya una cámara vigilando? ¿Evita algo que los coches patrulla ronden las ciudades? ¿Elude algo vigilar los mensajes de Internet y de los móviles (que por cierto, mediante una triangulación de las señales de las torres de radio se puede localizar fácilmente cualquier móvil, de modo que los Estados pueden saber dónde estás en cada momento)?
La vigilancia no evita nada; si alguien realmente quiere realizar algo que se determine como delito, lo hará igualmente.
Y llamar terrorista a grupos anti-estatales es bastante cínico cuando es el mismo Estado quien amenaza con castigos tan severos como la eliminación de la libertad (cárcel) si no se cumplen las leyes que ha IMPUESTO a la ciudadanía. A nadie se le preguntó al nacer, ni nunca, si quiere formar parte de este sistema, sino que se le impone a la fuerza; pero luego vivimos en una "hermosa democracia", con su "Estado del Bienestar y del Derecho" y demás sarcasmos repugnantes.
El parlamentarismo es una dictadura encubierta, lo malo es que demasiado encubierta, y por ello la gente no aprecia su verdadera naturaleza.
Y ante todo esto, yo me pregunto, ¿para qué diablos es necesario un Estado? Si la humanidad se organizase según el sistema político más práctico, es decir, asambleas populares, los Estados serían absurdos, pero sucede que eso no les proporcionaría el poder a las grandes empresas, bancos y políticos.
Hay que liberarse ya.
Hasta aquí la crítica al Estado. Habrá más.
viernes, 26 de noviembre de 2010
El sistema tecnológico: industrialismo
1) Producción desbocada: el industrialismo es un sistema tecnológico basado en la producción continua y desenfrenada de bienes materiales, lo que viene como anillo al dedo al capitalismo actual. Toda la mentalidad del mundo occidental se orienta para servir a este monstruo técnico-económico: debes ser productivo. Porque en verdad la producción en cadena es el alma del capitalismo: sin ella, ni existirían ricxs ni excesos materiales, porque se produciría solamente lo justo y necesario, y no oleadas absurdas de cosas.
2) Especialización: el industrialismo, con toda su elevada sofisticación técnica, requiere de extremas especializaciones, hasta el punto en que muy poca gente sabe cómo se contruyen e incluso funcionan muchos de los aparatos tecnológicos que usamos a diario, algo bastante absurdo y que propicia la dependencia de unxs para con otrxs, en lugar de la autonomía individual. Pero, ¿a qué poderoso le ha interesado alguna vez la autonomía de lxs individuos?
3) Energías fósiles: aunque esto no es determinante del industrialismo, sino que bien podrían emplearse energías limpias, lo cierto es que las energías fósiles constituyen las más usadas en el mundo, lo que plantea dos amenazas:
3.1) Que se acaben los recursos fósiles (petróleo, gas natural y carbón), lo que conllevaría una dura cirsis energética. Aunque viendo lo visto parece una solución para el mundo actual.
3.2) Cambio climático: la temperatura del planeta aumenta progresivamente y no se conocen del todo los efectos que eso puede comportar, aunque lo más probable es que sean catastróficos. No obstante, parece más importante el dinero que la vida; parece más importante la elaboración de materiales que requierren de mucha energía (plástico, vidirio, etcétera) y la generación de mucha energía (centrales nucleares y térmicas) que la vida.
Por no hablar de las guerras que provocan tales energías: petróleo, gas natural y carbón sólo hay en ciertos lugares, generalmente en el mundo árabe.
Ante esto, ¿qué propone el anarquismo? Pues principalmente dos opciones:
1) El anarcoprimitivismo, explicado en la entrada aterior (Capitalismo y anarcocomunismo).
2) Tecnología sofisticada, pero limpia y suficiente: frente al anarcoprimitivismo y la renuncia a la tecnología sofisticada que predica, se podría defender la conservación de tecnologías sofisticadas, pero generadas completamente a partir de fuentes de energía renovables y sin el método industrial, es decir, que produjeran lo justo y necesario, no montañas de cosas innecesarias. No obstante, esto no soluciona la dependencia de unxs por otrxs a causa de que unxs conozcan determinadas técnicas y otras personas no; aunque sería posible que todo el mundo superia cómo hacer funcionar ciertas máquinas para producirse cada persona lo que necesita (es lo que busca la nanotecnología).
En conclusión, el industrialismo es un sistema tecnológico que sustenta la producción enfermiza del capitalismo y que, por la especialización que demanda, dificulta en gran mensura la autonomía individual.
Hasta aquí la crítica al sistema tecnológico industrialista. Habrá más.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Capitalismo y anarcocomunismo
2.2) Empresarixs: la propiedad privada permite que grandes propietarixs de medios de producción (tierras y fábricas, básicamente), e incluso empresarios de medianas empresas, mantengan alto nivel de vida sin apenas trabajar, porque suponen fuentes de trabajo para lxs trabajadorxs, quienes a pesar de hacerlo todo, viven peor que el/la jefe.
2.3) Fomenta el egoísmo y el beneficio propio, pues cada unx simplemente ha de procurarse de lo suyo y, si puede, extraerle el máximo rendimiento posible (mediante la "altruista" ley de la oferta y la demanda). Luego se quejan de que vivimos en una sociedad sin valores, cuando el mismo capitalismo se funda en el egoísmo.
2.4) Falacia: la propiedad privada surge de una falacia: pretender que utilizar algo equivale a poseerlo. Lo único que una persona posee es su cuerpo y su mente, eso es lo que realmente FORMA PARTE DE SÍ, lo que en verdad tiene. Pero un coche, una casa, un ordenador... son sólo objetos que, por utilizarlos con asiduidad, se les llama como propios, cuando lo que se posee en realidad es su uso o el propio hábito de hacerlo.
3) Dinero: modo de intercambio de bienes.
3.2) Acumulación: aunque en principio no habría de resultar el dinero malo, pues supondría simplemente un modo práctico de establecer equivalencias entre bienes, el problema reside en el hecho de que se pueda acumular sin tener que gastarlo. Me explico: si el dinero tuviera caducidad (por mes, por trimestre o por año), unx se vería obligado a gastarlo en sus necesidades, y por tanto a trabajar para ganarse la vida temporada tras temporada; en cambio, al poder guardarse en una cuenta bancaria por cuanto tiempo se quiera, alguien que haya reunido una gran riqueza simplemente dejará de trabajar, lo que lo posicionará en un estado privilegiado sobre el resto de la humanidad.
3.3) Dinero especulativo: en el mundo existen grandes flujos de dinero especulativo, es decir, ficticio, inexistente. Es el dinero base de las acciones de la Bolsa de Mercados y, consecuentemente, la base de la economía del mundo capitalista. Ya veis: todo se sustenta en simples dígitos cuyo referente, el dinero, no existe. Con tal cimiento, inventar una crisis resulta sencillísimo: basta con que los economistas prediquen que el valor de las acciones desciende para que los accionistas, y por tanto los grandes multinacionales, no compren y tengan pérdidas; luego simplemente les piden dinero a los Estados, y tan panchos, y para terminar, los presionan con que realicen una ley laboral que los beneficie a ellos para salir de esa ficiticia crisis. Una gran movida con la que salen ganando, y en la que miles de trabajadorxs pierden sus trabajos.
3.4) Creación de dinero: nada regula la emisión de dinero por parte de los bancos. Éstos pueden emitir cuanto quieran, bajo la única amenaza de que el valor de la moneda devalúe, lo que les produciría pérdidas; pero eso nunca ocurre porque el dinero no sobra a la gente de a pie, quien ha de gastarlo continuamente. Se pueden imprimir millones de papelitos con numeritos sin problema, pero existe probreza extrema en el mundo. ¿Aún cree alguien que la pobreza no la generan los países del Primer Mundo con toda la intención?
4) Ecologismo: el capitalismo salvaje de que somos víctimas está acabando con los recursos naturales de nuestro planeta. Y aunque la contaminación no tendría por qué ser propia del capitalismo (podría haber un capitalismo "limpio", donde todas las fuentes de energía fueran renovables), sí lo es, pues a lxs gobernantes no les importa llenar el planeta de dióxido de carbono y el agua de residuos tóxicos, como tampoco enterrar residuos nucleares, etcétera, hasta que suceda algo realmente catastrófico, y entonces tendremos la desfachatez de sorprendernos.
Tampoco tendría por qué violar los ecosistemas ni la dignidad humana, pero el enfermizo afán de ganancias de lxs empresarixs de grandes multinacionales los profana sin escrúpulo alguno: crean guerras económicas, hieren la tierra con grandes minas, la perforan en busca de petróleo, desforestan bosques, cazan hasta la extinción.
Reveladas las delicias del capitalismo, ¿qué alternativa ofrecer? El anarquismo se divide en varias corrientes económicas, pero citaré aquí las tres que más me interesan: el anarcocomunismo, el anarcoprimitivismo y un anarquismo más autónomo a nivel individual.
1) Anarcocomunismo: se basa en los postulados marxistas sobre economía. Se pediría de cada cual según su posibilidad y se le daría según su necesidad. Los medios de producción pertenecerían enteramente a la única clase social existente, la trabajadora, lo que se ha convenido en llamar socialismo (como puede apreciarse, nada que ver con lo que defiende el PSOE, estandarte de la propiedad privada), y tanto fábricas como tierras se autogestionarían de forma asamblearia. El problema de esto sería tratar de conjugarlo con el modo de producción industrial, es decir, cadenas de montaje masivas, y con el consumismo exacerbado que requierre el capitalismo. Por eso el industrialismo no concuerda demasiado con el anarquismo (posible solución en el siguiente apartado).
2) Anarcoprimitivismo: esta doctrina defiende el abandono del industrialismo para recuperar el modo de vida rural y artesanal. Ello solucionaría los problemas del consumismo y las cadenas de montaje que constantemente escupen objetos lujosos, totalmente innecesarios. Así, en el anarcoprimitivismo se cofeccionarían cosas simples y rudimentarias y sólo cuando fueran menesterosas, con materiales naturales. La técnica para la creación de dichas herramientas u objetos estaría al alcance de todxs gracias a la cultura, no como ahora, en que las fábricas constituyen núcleos de técnicas desconocidas para la mayoría de las personas (¿quién sabe cómo se generan medicamentos? ¿Quién cómo ordenadores? Y un largo etcétera).
El nivel tecnológico occidental actual, asimismo, sólo nos está tornando dependientes, acomodados, estúpidos. No hay de qué preocuparse, porque vas a un supermercado y compras lo necesario para subsistir en media hora; no sabes lavarte la ropa, porque lo hace una máquina; no sabes cultivar, ni cazar, ni qué setas son comestibles; no sabes tejerte la ropa; no sabes construir tu propio hogar... no sabes nada, porque eres como un bebé: dependiente, acostumbrado, torpe.
3) Anarquismo de autonomía individual: así he llamado yo a este tipo de anarquismo, no sé si descrito ya por algún autor o inventado por mí. En cualquier caso, éste consistiría en que las comunidades (ya se dijo que el anarquismo presupone una organización local, y no estatal) se formaran por familias autosuficientes, en nada o en lo mínimo posible dependientes de otras personas y menos aún de otras comunidades (esto último probablemente complicaría la autonomía asamblearia de cada comunidad), aunque evidentemente se ayudaría económicamente a lxs demás cuando lo necesitaran.
Así pues, la vida en sociedad simplemente serviría para gozar de la misma durante todo el tiempo libre: para compartir experiencias e ideas, arte y filosofía, juegos y diversión, afecto y amor.
Y hasta aquí hemos llegado: desmenuzando al podrido capitalismo y alabando otras formas de economía igualitarias, solidarias y fomentadoras de autonomía.
Habrá más.
lunes, 4 de octubre de 2010
Herramientas del Sistema_4: Sindicatos vendidos
domingo, 3 de octubre de 2010
Herramientas del Parlamentarismo_3: los Medios de Comunicación
1) Una parte fundamental de los medios de comunicación son las noticias del mundo. Mas, ¿qué se muestra en tales noticias? ¿Te muestran las condiciones del Tercer Mundo, sus gentes muriéndose de hambre, su explotación, sus epidemias, causado todo ello por las multinacionales occidentales? No. Se destinan 780.000.000.000 euros en gasto militar en el mundo. ¿Cuánto para enseñanza básicas para todo el mundo, agua y saneamiento para todo el mundo, salud y nutrición básicas? En conjunto, apenas 28.000.000.000 euros (consultable todo en las fuentes de la ONU; yo lo consulté del libro Los Dueños del Mundo y los cuarenta ladrones). Es decir, se gastan 852.000.000.000 de euros más en armas, es decir, en conflictos, guerras y malestar universal, que en el bienestar universal.
Éste es nuestro mundo, pero pocxs lo saben.
Poco se habla también de cambio climático, transgénicos, experimentos con animales en laboratorios, y toda clase de sucesos macabros iniciados por las grandes empresas para ganar más dinero y permitido por los gobiernos.
2) En cambio, se te muestran toda clase de muertes, asesinatos por causa de género y demás, que sólo contribuye a sustentar la opinión general de que el mundo es una mierda, de que hay sufrimiento y eso nadie puede cambiarlo. Sinceramente, a nadie le importa que dos personas hayan muerto en un accidente de tráfico. ¿Por qué tanto hincapié en esta clase de noticias?
3) Hay noticies realmente estúpidas y banales. Recuerdo una vez que salió por las noticias una persona que tenía un pingüino como mascota. ¿Es eso serio? Pensad en las noticias que salen por la televisión, sobre todo, y locaizaréis varias informaciones irrelevantes.
4) Se informa sobre las medidas políticas del gobierno, pero siempre polarizadas según cadena de televisión, diario o radio, hecho que anuncian con asombrosa facilidad. Los medios de comunicación han de estar separados tajantemente de gobiernos, partidos políticos y grandes empresas, porque de lo contrario se da la instrumentalización de aquéllos.
5) Te machacan con los deportes. Páginas y horas y horas de noticias dedicadas a quién chutó una pelota, quién canastó y quién le dio con una raqueta. Sinceramente, no creo los deportes dignos de ser información relevante, pero al poder el deporte le viene como anillo al dedo: que la gente se idiotice con gilipolleces y que no piense en otra cosa, en su situación laboral/económica, en el mundo, en los sitemas económicos y políticos, etcétera.
6) Apenas aparece cultura y arte. Desde el punto de vista de los podridos medios, son más importantes lxs deportistas que lxs artistas y gentes de cultura académica (pensadorxs, estudiosxs, etcétera).
7) Aparte de la información seleccionada, los medios de comunicación ofrecen entretenimiento, que suele limitarse a música comercial, esa música que únicamente trata el amor o bien letras vacías y banales, programas y concursos basura y morbosos, deportes, etcétera. De vez en cuando hay buenas películas, pero también hay muchas otras anegadas de violencia gratuita.
En cambio, pocos documentales hay, pocos programas críticos, y poco arte con mensaje filosófico o político.
8) Algo que sorprende son los dibujos animados. Pocos de ellos hay que muestren valores éticos como el amor, el resepto, la fraternidad y el altruismo a la infancia, a expensas de valores capitalistas: violencia, competición, lucha.
En definitiva, poca cosa útil se puede extraer de los medios de manipulación, y mucho de inútil y destinado a la aceptación del sistema, al conformismo y al no-pensamiento.
Los medios de comunicación habrían de mostrar las raíces de los problemas del mundo, es decir, el capitalismo y su desigualdad; el parlamentarismo y su intrínseco totalitarismo (y no exagero, porque ya me diréis qué carajo decidís en este sistema político); y fomentar el arte, la creatividad, el espíritu crítico, el aprendizaje y la cultura académica. Pero, ¿a qué gobernador le interesarían ciudadanxs concienciados?
Hasta aquí la crítica a las herramientas del parlamentarismo para perpetuarse. Habrá más.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Herramientas del Parlamentarismo_2: la presión social
lunes, 20 de septiembre de 2010
Herramientas del Parlamentarismo_1: La educación
jueves, 16 de septiembre de 2010
El podrido sistema electoral
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Los Tres Poderes en el Parlamentarismo
El primero es el relativo a la aprobación y derogación de leyes, y en el Parlamentarismo es representado por lxs políticxs. Pero esto plantea una serie de problemas:
1. Las leyes se aprueban en el Parlamento sin consultar a la población y ni siquiera a lxs votantes del partido dominante. Esto, de hecho, constituye un problema resultante del hecho de delegar todo el poder de decisión sobre la propia vida a lxs políticxs.
2. Quienes inventan estas leyes pueden no saber nada de ellas, pueden no concer todo el fajo de leyes existentes, pues nada lo avala. Si van a dedicarse a crear leyes, al menos que sean doctxs en tal cuestión para garantizar una mejor efectividad.
3. ¿Dejarías que cualquier desconocido creara leyes que afectaran tu vida sin que tú pudieras intervenir en ello? ¿No? Entonces, ¿por qué sí confías en lxs políticxs? Nada te asegura que sean personas de fiar.
4. Las leyes son sólo textos y, como tal, no pueden impedir de ninguna manera que se haga el mal, ni tampoco preservar un supuesto orden. El hecho de que existan leyes no va a evitar que se infrinjan; sólo sirven para CASTIGAR a tales personas. Así, la mayoría de las leyes suponen únicamente justificaciones del uso de la violencia por parte de los cuerpos del "orden".
Hasta aquí la crítica al poder legislativo. Pasemos al ejecutivo:
1. Perpetúa los problemas del poder legislativo: ejecutan leyes impuestas, creadas por personas que pueden no saber nada de leyes.
2. Se apoyan en las fuerzas del "orden", que:
2.1. Ostentan el monopolio y legítimo uso de la violencia. Nadie más que ellxs pueden ejercerla impunemente. Son el brazo armado del sistema, que impone sus reglas a base de fuerza bruta.
2.2 Pueden usar la violencia y mandar sobre el resto de iguales sólo por haber pasado unas pruebas físicas y psicológicas.
2.3. La policía, como la ley, no puede impedir de ninguna manera que se cometan delitos, pues éstos son imprevisibles. Sirve, pues, principalmente para castigar, y ni eso, porque miles de delitos menores pasan desapercibidos; la policía no es omnipresente ni omnisciente.
Hasta aquí las críticas al poder ejecutivo. Vayamos a por las del judicial:
1. Perpetúa los problemas del poder legislativo y del ejecutivo, a saber: aplica unas leyes impuestas, es decir, es el poder judicial también represor, y que pueden no representar los intereses de la gente y quienes las crean pueden no saber nada de leyes.
2. Lxs jueces, simples humanxs, detentan el derecho de juzgar a otrxs humanos sólo por haber aprobado unos exámenes.
3. Muchos veredictos se ven condicionados por la subjetividad del juez, lo que hace que deje de ser una justicia objetiva, como debería ser para ser realmente justa.
4. ¿Se le puede llamar justicia al hecho de aplicar unas leyes impuestas?
Así pues, los tres poderes, desde el legislativo al judicial, van agregando sus propios problemas, el principal de ellos el que las leyes sean impuestas y potencialmente (y en la realidad, como las que recortan derechos o suben impuestos) no representativas, todo ello como consecuencia del problema fundamental: el hecho de delegar las decisiones sobre la propia vida a una oligarquía. Así, toda esa imposición se ve asegurada por la figura del policía, dispuestx éstx a reprimir todo intento serio de mejorar las cosas.
Ahora bien, frente a todos estos problemas, ¿qué propone el anarquismo?
1. Que cada cual elija voluntariamente y cada vez que sea necesario (por medio de convocaciones asamblearias) si quiere supeditarse a las leyes que todos los miembros de una sociedad hayan consensuado. De no ser así, que en todo momento tenga la posibilidad de proponer un debate para todas las modificaciones pertinentes.
2. Que en caso de que alguien infrinja las leyes, (algo improbable en una sociedad en que todo el mundo tenga sus necesidades fisiológicas cubiertas {hogar, vestido, comida, protección}), se establezca un juzgado popular conformado por todas las personas "adultas" de la comunidad, y que se castigue como mucho con el destierro (en caso de regresar el "criminal" y volver a causar mal, podrían aplicarse penas más duras {recordemos que serían unas penas dictadas previamente por el mismo acusado y ejecutadas por toda la comunidad}).
3. Que no exista policía. Si hay algún incidente, toda la comunidad debería implicarse en él y ejercer las medidas pertinentes.
En todo caso, repito, en una sociedad en que se enfatizaran los ideales de solidaridad, fraternidad, compañerismo y amor, y en que todo el mundo pudiera modificar sin problema alguno todo aquello que le fastidiara o molestara, resulta bastante improbable que unxs perjudiquen a otrxs. Si en la sociedad capitalista hay mucha más gente en libertad que en la cárcel aun habiendo tanta desigualdad social, no creo que asciendan precisamente los crímenes en una sociedad igualitaria.
Hasta aquí la crítica a los tres poderes dentro del parlamentarismo. Habrá más.
martes, 14 de septiembre de 2010
Anarquismo y Parlamentarismo
Con frecuencia se tachan o bien de impracticables, utópicos, o bien de punibles, todos aquellos sistemas políticos ajenos al parlamentarismo.
Bien, comparto la segunda opinión con respecto a los sistemas políticos tiránicos, como es el caso de oligarquías y fascismos. Mas en absoluto lo hago con los sistemas que profesan la igualdad de las personas, la libertad y la solidaridad. Contra éstos, el sistema actualmente imperante (el parlamentarismo o democracia indirecta) ha inculcado en las masas la opinión sorprendentemente injustificada de que son del todo utópicos, imposibles, fantásticos, y un lunático todo quien los abandere. Resulta estremecedor con qué extensión se halla este "germen ideológico" hospedado en las mentes de las más de las personas. Con falaces argumentos tales como la supuesta naturaleza malvada del ser humano, como si existiera algún gen de la perversión, la mayoría de la población pretende sostener el carácter utópico de ideologías como el anarquismo o comunismo libertario.
“Surgiría el caos”, “Son necesarios cuerpos represivos para que se dé el orden en la sociedad”, “En seguida surgirían jefes, porque siempre alguien acaba imponiéndose por la fuerza”, son los mediocres argumentos de estas gentes, abocadas a un pesimismo patético y propio del perdedor que se da por vencido sin siquiera haber tratado de vencer.
Nadie puede asegurar que no puede existir una sociedad respetuosa (u ordenada si se prefiere) en ausencia de jefes o cualquier tipo de autoridad, y en cambio las tribus que aún sobreviven viven en paz sin jefes (léase cualquier monografía antropológica). Cierto es que tienen líderes, pero un líder supone una figura muy lejana a un jefe, en tanto que aquél es alguien que guía al grupo, y no que lo somete; es quien más se sacrifica por el grupo, y no quien lo ignora; puede ser restituido en cualquier momento de su cargo por los demás, y no ostenta un cargo prácticamente intocable; se gana su posición por sus acciones, y no por medio de demagogias, zalamerías, promesas luego incumplidas y, en última instancia, la fuerza bruta.
Con todo esto a modo de introducción, quisiera realizar un breve análisis del sistema político que, a pesar de causar profundos orgasmos al nombrarlo en quienes se benefician del mismo, a muchos nos es impuesto cual dictadura; una dictadura descaradamente disfrazada de democracia, disfrazada de autonomía y libertad.
Pero, ¿por qué digo que el parlamentarismo es impuesto? Por tres razones, que a continuación expongo:
Sencilla y llanamente porque todxs [léase la “x” como “@”] tenemos el derecho natural de vivir según nos plazca, lo que incluye todo tipo de sistemas y reglas habidas y por haber.
Porque a partir del voto (dedicaré otro artículo crítico al sistema electoral) no decides absolutamente nada, sino que se te imponen todo tipo de leyes que pueden no representarte aunque provengan del partido que tú votaste o bien porque proceden del partido opuesto; es decir, votes a quien votes, siempre existe la probabilidad de que te fastidien y minen tu bienestar, probabilidad que acaba materializándose aun desde los partidos más insospechados, como así lo atestiguan las medidas anti-obrerxs ejercidas por nada más y nada menos que el llamado Partido Socialista OBRERO Español durante estas fechas (Setiembre 2010). ¿Qué esperanza hay si quienes supuestamente defienden a lxs trabajadorxs los perjudican?
Porque aunque desees con todas tus fuerzas independizarte del parlamentarismo (o de cualquier otro sistema político con jefes), éste no sólo impera en sus dominios legítimos, como son las ciudades y poblaciones habitadas por personas que realmente quieren someterse al parlamentarismo, sino que alcanza todas las tierras de los alrededores, se adueña de la Naturaleza y de todo lo posible aunque no vivan allí seres humanos. Fijaos, un sistema humano que rige en lugares donde no hay humanos (¡qué coherencia!), y si te aíslas al campo junto con una comunidad que comparta tus ideas políticas, siempre habrá unas leyes por encima de ti y no elegidas por ti.
Luego hablan de libertad cuando existen leyes impuestas por una oligarquía que, a partir del voto, hace lo que le da la gana y más. ¡Se atreven a hablar de autonomía! ¡Autonomía= propias leyes, y no =leyes de otros!
Bien, ahora que ha sido demolido el aspecto más “puro” del parlamentarismo, es decir, lxs políticxs y sus decisiones parlamentarias, cabe preguntarle a alguien anarquista: “Bien, entonces ¿qué nos puede ofrecer tu sistema político?”.
El anarquismo, frente a toda la imposición que ejecuta el parlamentarismo, se basa en el asamblerismo (de “asamblea”) o democracia DIRECTA (es decir, ejercida directamente por cada persona y no por medio de “representantes”); se basa en asambleas respetuosas y ordenadas, con un posible modelo de moderador rotativo, el moderador/a útil para asegurar la participación de todxs lxs presentes, y con decisiones consensuadas para no beneficiar ni a mayorías ni a minorías. ¿Que es difícil llegar a conclusiones consensuadas? Aquí entra otro aspecto fundamental del anarquismo: se estructura en comunidades pequeñas y autónomas (al menos a nivel político, por lo que podría existir comercio de trueque entre ciertas comunidades para intercambiar productos de las que otras carezcan). Y si sigue resultando difícil la decisión, se alarga la asamblea tanto como sea conveniente, pues más vale invertir mucho tiempo en decisiones que afectarán tu vida que delegárselas a otras personas habiendo perdido sólo el instante de soltar un sobre en una urna.
Hasta aquí la exposición comparativa entre el parlamentarismo (en sentido más estricto) y el anarquismo. Habrá más.